Querido Walde

26/07/2021

Palabras de homenaje a Waldemar Santos Oliveira

Por el Cr. Carlos Vallejos

Transcurría el mes de abril de 2003; el equipo de Contadores del CPCE, iniciando un nuevo año en el Interprofesional.

Nos encontrábamos a la deriva, desalentados, pocos colegas en las prácticas, ingentes esfuerzos para llegar a los once de cada fin de semana, sin DT y como era previsible, en los últimos lugares de la tabla de posiciones, hasta que en una de las prácticas en el  predio Ex–Hindú, en el reducido grupo que no nos resignábamos al presente que vivíamos, fue tomando fuerza la idea de realizar cambios urgentes con un claro objetivo:  tener un conductor, tener un DT con suma experiencia en el medio local y que pueda conducir interpretando los valores y realidades de nuestros profesionales.

“Convoquemos a un DT experimentado” para el equipo Libre!!, fue la aprobación unánime, y así surgió inmediatamente el nombre de Waldemar Santos Oliveira, como el DT “salvador” que teníamos que tentar para dirigirnos.

Motivado, junto al colega Mario Ozich una tarde, nos presentamos en el club Don Bosco, donde nos recibió su Presidente, y ahí por primera vez conocí a “Walde”, de quien tanto me habían hablado.

Nos escuchó por casi dos horas, nos hizo preguntas sobre los que buscábamos lograr en el equipo, los profesionales en ciencias económicas, y con su voz pausada, con relatos de su vida en el fútbol, su trayectoria, nos anticipó su férrea decisión de siempre asumir nuevos desafíos, y en esta oportunidad como la más importante a su edad: dirigir un equipo de futbol amateur.

Los resultados de su gestión se comenzaron a ver con mucha rapidez, primera sorpresa nuestra: nos pidió en la primera práctica a cada uno, nuestros números telefónicos, los agendó en su cuaderno infaltable, preguntando antes, horarios en que nos podía llamar, pensando en no interferir al llamar y saber que podía tener la atención necesaria.

Así de cuidadoso, luego se convertiría en algo que esperábamos en la semana, el llamado del “viejo”. Algunas veces para hablar del partido jugado, otras para el partido que vendría el fin de semana, y en otras, para conocer la vida de cada uno de los colegas del equipo.

La pregunta por la familia era infaltable; se interiorizaba de nuestro trabajo, proyectos, qué lugar, pueblo o ciudad, proveníamos, nos hablaba de lo importante que son los padres en la familia de cada uno, y finalizaba la charla con la recomendación de no olvidarse de llamarlos o visitarlos en la semana.

En poco tiempo el creciente interés de sumarse al equipo de Contadores Libres fue tornándose una realidad, lo cual nos gratificó a todos, tanto que comenzó a hacerse visible uno de sus tantos lemas: “uds. al sumarse en el equipo de Contadores, son primero un grupo de colegas, luego compañeros de equipo, y por último un grupo de amigos; compartiendo el deporte, así lograrán los mejores y más altos resultados en la vida.” Estaba en lo cierto.

Los entrenamientos de martes y jueves comenzaron a ser algo infaltable para todo el equipo, tanto es así que pronto surgió la propuesta de “Walde” de sumar una práctica adicional el miércoles y la convocatoria fue rápidamente aceptada por la mayoría.

En lo deportivo los resultados no se hicieron esperar. Para el año 2004, transcurría el mes de Agosto, y de su mano llevó a coronar Campeón un 28 de Agosto, al equipo de Contadores con un histórico 1-0, en la final a Corrientes, de las Olimpiadas Regionales de Profesionales en Ciencias Económicas en la Provincia de Tucumán, con un jugador menos durante todo el segundo tiempo, y con el aliento de gran parte de la delegación en el predio que concurrió a ver la final del futbol libre.

El retrato de Walde en andas en el equipo de Contadores es un claro reflejo de la alegría que despertó ese logro en el equipo y para su querida “Gladys”, a quien que como siempre, llamaba luego de  finalizar cada partido.

Para el siguiente año (2005), en la Olimpiadas Nacionales de Profesionales en Ciencias Económicas, la cita seria en la Provincia de Córdoba, en Carlos Paz. Allí llegaba nuevamente nuestra numerosa delegación del Chaco, con el deseo de volver a repetir lo logrado en año anterior, y así fue el equipo bajo su conducción obtuvo la Medalla de oro olímpica, con resultados y anécdotas que han quedado en el recuerdo de cada uno de los que integraron el equipo.

El siguiente logro (2009) sería en San Rafael, Provincia de Mendoza, en las XII Olimpiadas Nacionales de Profesionales en Ciencias Económicas. Llevó nuevamente a la cima de la medalla de oro olímpica al equipo de Contadores Libres del CPCE Chaco (campeón e invicto).

La anécdota más recordada: improvisar a un delantero del equipo en el puesto de defensor Central, y que a la postre convertiría el gol de tiro libre en una disputada final, que lo coronaría nuevamente campeón! El slogan “de la mano de Walde la vuelta vamos a dar” se hacía sentir.